El Toro de Barro

El Toro de Barro

jueves, 27 de febrero de 2014

«El cielo», de Ernesto Lumbreras





Ernesto Lumbreras
(1966)
El cielo
(Fragmentos)

                           

El que se den unidamente el respiro y la
                            visión, y no como simple posibilidad sino
                            en el acto, es ya un alto, puro cielo.
 

                                                                            María Zambrano



 
 
El cielo es un sauce desbordado. Entre sus ramas el sol es una oropéndola.

*

Lo anterior provocará burla en los bribones. No me importa. El cielo es un sauce desbordado. Contiene en sus ramas, además de la oropéndola, un relámpago en reposo. Otra cosa es su reunión de violonchelos. Graves como piedra de arroyo. Tibios como una verdad.
  Ríanse vagos de esquina. No debe importarme. Buscando mi alma entre las llaves de San Pedro me encontré un chorro de agua. Ahora sin dilación de pluma puedo decirlo. El cielo es un sauce desbordado. Todo su follaje es una oración.

*
 
También es una colina verde. Cómo no estar de acuerdo. En su césped el horizonte arde. Yo en cambio corro hasta su cima deseando encontrar un hacha de piedra o el cráneo de un toro.
  No les creará problemas estar de acuerdo conmigo. Una astilla de palomar en la hierba puede darnos la razón.


De su libro
El Cielo
(1998)

Grandes Obras de 
El Toro de Barro
Carlos Morales, "Un rostro en el jardín”, Col. «Cuadernos del Mediterráneo», Ed. El Toro de Barro, Tarancón de Cuenca, 2000.

Carlos Morales, "Un rostro en el jardín
Col. «Cuadernos del Mediterráneo»
Ed. El Toro de Barro,
Tarancón de Cuenca, 2000.
Carlos Morales, "Un rostro en el jardín”, Col. «Cuadernos del Mediterráneo», Ed. El Toro de Barro, Tarancón de Cuenca, 2000.
























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