El Toro de Barro

El Toro de Barro

viernes, 22 de junio de 2012

«El retrato», de Carlos Morales



El Retrato

A Andrea Saiz y a Gabino Alejandro Carriedo.




En el revellín de la chimenea hay un retrato,
y dentro una mujer que pintada parece.
Mujer dibujada en la orilla del fuego
-ella misma orilla,
ella misma fuego-
en actitud de súplica elevando
sus brazos amarillos
que apenas tienen aire cielo que abrazar.

El retrato es el centro de un jardín con palabras
donde habita un hombre que optó por el silencio.
El silencio es su culpa, el monstruo
de la oscura esquina del retrato,
negra fauce que canta en las espaldas
y un dolor de siglos en el hombro nos deja.

Un hombre contempla en el invierno
el jardín que fue previo a su derrota.
El hombre que besa un cuadro con mujer
que de pronto aparece, el hombre
que no sabe morir aunque el reloj se pare.

Conocido jardín con ángeles arcádicos,
ángeles que abate el seco amor
con sus hachas melladas y filosas,
espíritus doblados
por el peso de la culpa en el jardín perdido.

Paisaje que respira casi por piedad.
Como la vida.

De su libro
Un rostro en el jardín
El Toro de Barro,
Tarancón de Cuenca, 2000.





Enlaces a otros poemas de Carlos Morales
                                                                              

De S (1984): «El hombre de Zahara» *  «La mujer dormida» *  «Vino de Zahara» 

 De El Libro del Santo Lapicero  (2000): «El libro» *  «El pacto» *  «El Santo Lapicero» *  «El viejo de la Calle Ancha» *  «El viejo» *  «La puerta»

De Un rostro en el jardín  (2000): «El animal oscuro»  *  «El retrato» 

De Salmo (2005): «La danza del Burka» *  «Salmo de los pájaros negros» *  «La danza de los pásharos»



  Grandes Obras de
El Toro de Barro
Carlos Morales, "Un rostro en el jardín", Col. Cuadernos del Mediterráneo, El Toro de Barro, Tarancón de Cuenca 2000
Carlos Morales, "Un rostro en el jardín"
Col. Cuadernos del Mediterráneo.
Ed. El Toro de Barro, Tarancón de Cuenca 2000.
edicioneseltorodebarro@yahoo.es
 



















1 comentario:

A chuisle dijo...

Maravilloso poema, como cada uno que te conozco. Tan nuevo y tan viejo al mismo tiempo, con ese aire de intemporalidad de toda tu poesía. Tan lleno de imaginación y tan valioso. La imagen está justo a su medida.

Un saludo Carlos.